Minuto 46 de un partido de Primera División. El arbitro pita el final de la primera parte y comienzan esos 15 minutos de descanso que sirven para la típica visita al servicio, la preparación de la cena o simplemente para levantarte del sofá y que no se te queden dormidas las piernas.

Esto es lo que normalmente sucede pero hoy ha sucedido algo distinto. Una publicidad llama mi atención y aquí empieza el «lavado de cerebro». Frases como «Pelea por lo que quieres» o «Súmate al cambio» son cada vez más habituales en la típica charla del transporte público o en los debates de la «caja tonta»; cada vez está más cerca el día ¿del cambio?

Soy de la idea de que para que cambie la situación, tiene que cambiar la gente, la mentalidad y el estado anímico. No saldremos de esta situación hasta que no nos demos cuenta de que estamos así por permitir que personas como fulanito o menganito nos digan en cada momento qué hacer, qué decir o cómo actuar. Por eso digo yo que tenemos que cambiar, primero nosotros, y luego el resto del mundo (por muy idealista que suene…)

El qué sucederá no lo puede saber nadie. Yo me mantengo totalmente escéptico, habrá que esperar dos semanas más para desvelar el rumbo de este país desolado por la incertidumbre, atontado por la indiferencia y expectante por el futuro inminente.

AMOR Y PENSAMIENTO, MATY…